Como la lava llegaste a mi como la lava,
Arrastraste las penas el llanto, las espinas
En el insondable lecho de tu apasionada naturaleza
Tierra fértil ansiando ser labrada por la
Segura mano del cultivador de sueños.
Observador de húmedas nubes
Lluvia que retorna al mar de tus anhelos
Realizando el milagro de la vida
Envolviendo la tierra a sus semillas.
No de penas, no de llantos, no de espinas.
Si de rosas, si de suspiros, si de vida.
Como la lava, roja, ardiente y viva.