Esperaré en el zaguán
de mi casa por si vuelves.
Solo para ver como resbalas
en los charcos de mi llanto
Trasmutaré mi dolor en piedra del camino.
Sentirás mi sufrir agónico,
con el recuerdo de mi ausencia.
Esperaré…sin miedo, sin prisa.
En el zaguán de mi casa esperaré.
3 comentarios:
Pero si resbala... ¿no saldrás a estirar la mano?
Las esperas a veces son peores que las puertas cerradas... Mejor cerrar la puerta y abrir la ventana, quizás venga un pájaro perdido a posar en el dintel o las motas de polvo bailarán en la luz del atardecer.
besos
Muy bueno! Cuando resbale y se dé el castañazo con los charcos de tus llantos se acordará de ti ¡seguro! jeje. Vaya, vaya... Así que tengo "aracnofobia" eh? No se me había ocurrido pero a lo mejor tienes razón querida poetisa. Un abrazo!
Lindas y duras palabras niña
No me gusta esperar. Prefiero ocuparme en cositas más productivas ... :D
No me gusta ser piedra ... prefiero mostrarme blandita
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