El viaje había sido largo y pesado, Cecilia llegaba a Avilés después de pasar casi dos meses en Lyón como becaria del departamento de literatura española, no había avisado a nadie, sería toda una sorpresa, sus padres la esperaban para el fin de semana siguiente, ni tan siquiera a Eloy le había comentado nada de su vuelta .Imaginaba su alegría al verla, ¡ tenía tantas cosas que contarle!.
Desde el autobús se divisaba la bruma que normalmente cubría su ciudad, ¡Por fin en casa! pensó.
Bajó del autobús y después de recoger su maleta se dirigió hacia la puerta de salida, notó un olor especial en el aire, algo dulzón e indefinido, Avilés estaba lleno de olores de todo tipo, a mar a industria, a una mezcolanza que conocía perfectamente, pero este, era diferente.
Antes de dirigirse a casa tenía ganas de tomar un café, dirigió sus pasos hacia el parque del Muelle, a escasos tres minutos de la estación se encontraba la cafetería de su amigo Xagonel, que ponía el café más rico de todo Avilés.
Se paró ante el semáforo en rojo, distraidamente observó a la gente al otro lado, dos mujeres y un hombre mayor tenían la boca tapada con un pañuelo, ¡ que raro pensó !, miro a un lado de la acera, y la gente que pasaba por allí , también llevaban un pañuelo en la boca , ¿Qué está pasando?, cruzó el semáforo en verde y en mitad del paso de cebra observó a las mujeres y a el hombre, sus ojos reflejaban miedo, apresuró el paso quería llegar cuanto antes a la cafetería y comentarlo con su amigo Xago.
Al llegar al parque del muelle se encontró con un grupo de gente reunida, gente con aspecto demacrado con resto de sangre en la cara. Dirigió sus pasos a un policía que llevaba mascarilla, el hombre le señaló con gesto autoritario que se pusiera a la cola, al final de la fila estaba instalada una tienda de campaña de la Cruz Roja.
_¿ que está pasando?, preguntó a un chico joven que estaba a su lado, aparentemente bien.
_ ¿Pero no te has enterado?.
_ Son los terroristas islamistas, han soltado una toxina en el aire que produce hemorragias, y la caída de los dientes en masa, el delegado del gobierno del Principado dió la noticia ayer por la noche, están avisando de que nos acerquemos a los puestos de la Cruz Roja para poner las vacunas y evitar las hemorragias en las encías.
_¡Esto es una locura!, ¿ pero porqué van a querer los islamista acabar con los avilesinos?.
_Dice la gente, que los islamistas quieren boicotear los trabajos del futuro Museo de Asturias…si mujer, el Niemeyer, como represalia de nuestro apoyo a los americanos.
_ El viaje que hizo nuestra alcaldesa a Washington ha sido el motivo.
Cecilia no salía de su asombro, todo era subrrealista, no podía creer lo que estaba viendo.
En la cola, la gente lloraba, entraban en la tienda y salían con una mascarilla y una gasa tapando la boca. Cecilia reconoció a su amigo Xago que también llevaba la boca tapada y la mascarilla en la mano, le hizo gestos para que se acercara, Xago se acercó a ella y apartando la gasa de la boca le susurro al oído.
_ ¡Ceci no entres en la tienda ….es todo un montaje!_
Un policía le apartó sin miramientos _dispersese, haga el favor _ .En ese momento la agarraron por el brazo con fuerza y la empujaron sin contemplaciones a la tienda.
La sentaron en un sillón, al mismo tiempo la sujetaban los brazos y le introducían un abre bocas impidiéndola cualquier tipo de movimiento,.
Lo último que vió fueron unas tenazas tirando de sus dientes.
El grito se ahogó en su garganta, solo escuchaba las voces de fondo…
_Esta no tiene los síntomas, pero hay que prevenir…procedamos…malditas industrias, maldita DuPont.
Cecilia despertó empapada en sudor, miró con incredulidad a su alrededor, estaba en su habitación, todo había sido un mal sueño.
Recordó que tenía cita con el dentista.
Olvido abril 2008