Palpo con mis manos
el relieve de tu tronco centenario,
detecto tus heridas, tus nudos, tu muerte y tu vida.
¡Háblame de la fresca risa de los niños!
¡Del dulce beso de enamorados!
¡Del gemido ronco de amantes locos!
¡Del cansancio del anciano ya vencido!
Deja que me hunda en tus raíces
y beba de la savia de tu vida.
Quiero renacer en rama o en hoja
¡A la espera de la primavera prometida !
Olvido 2007
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