La cristalera estaba llena de letreros anunciando rebajas del 50%, Felisa entró en la tienda
¡Buenos días Tomás¡.
¡Hola Felisa¡ ¿como tú por aquí?, ¿ ya te cansaste del producto que te vendí?
- No me acaba de convencer, y como está en garantía, vengo a devolverlo_
_Lo tuyo es puro vicio, no hay manera de darte gusto, con este cambio ya son tres en este mes.
_ que culpa tengo, si no me convence, además en el contrato aseguraba que era alicatador! _¡Menudo alicatador! Apenas sabe hacer masa, me dejo el cuarto de baño echo una porquería.
_Eres incorregible, el anterior era poeta, pero como no te gustaban sus poesías también me lo devolviste. El zapatero tampoco fue de tu gusto, porque según tu, tenía obsesión con tus pies, y además era fetichista y te robaba los zapatos.
_ ¡No se que voy hacer contigo ¡_
_¡Felisa, no puedes buscar a un hombre de acuerdo a las necesidades que tu tengas en ese momento!.
_Las citas a ciegas que te arreglo no dan resultado, eres la clienta mas difícil de mi negocio, y ahora que es lo que quieres?
_Estás en rebajas...¡ofréceme algo interesante!.
_Dudo que te satisfaga nada de lo que tengo en mis archivos, veamos a ver…espera que tire de listado...
_un domador de leones
_ Un bombero retirado
-Un forofo del Madrid
_ ¡Ni hablar, que horror!
_ espera, creo que tengo algo que te puede interesar, acompáñame a la trastienda-
Tomas y Felisa se adentraron en un cuarto oscuro, Tomas encendió la luz miró a los ojos a Felisa y apago el interruptor.
_Querida esto es una cita a ciegas, conmigo ¿te gusta?
_Perfecto, Tomás.
Olvido
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